Hace tiempo decidí dibujar una puerta en el bosque. Quería ofrecer al mundo la oportunidad de deleitarse con las maravillas ocultas que se encontraba al otro lado de la misma. Sin embargo, me percaté de que no todos disponían de las herramientas necesarias para abrirla. Una pena, ojalá supiesen encontrar su propia llave.
A pesar de lo que muchos piensan, y aunque pueda parecer lo contrario en esta historia, la llave de la creatividad reside en todos nosotros. Solo tenemos que confiar en uno mismo y buscar en lo más profundo de nuestra alma, rompiendo con todos los pensamientos preestablecidos que cuadriculan nuestra mente e impiden abrir los ojos. Es cierto que algunas personas tienen una predisposición natural para crear con una imaginación desbordante. Sin embargo, si aplicamos las técnicas y ejercicios adecuados, rechazamos el miedo y abrazamos firmemente nuestras ideas, cualquiera puede alcanzar un estado creativo de alto nivel.
Imaginemos la puerta en el bosque como una metáfora de nuestras propias mentes. Al principio, puede parecer que no tenemos las herramientas para abrirla y descubrir las maravillas ocultas detrás. Pero en realidad, esas herramientas están dentro de nosotros. Es cuestión de buscarlas y desarrollarlas con dedicación y práctica.
La creatividad no es un don exclusivo de unos pocos, sino una habilidad que todos podemos cultivar




